Cada día aquí es diferente
LO QUE cuenta UN JEFE MASAI
Es sencillamente asombroso escuchar a un jefe masai hablar sobre cómo se enfrenta a la naturaleza y sus desafíos. Ocurre que defienden su ganado para proteger su riqueza, el adversario no es un humano, no, es un león. Enfrentarse a una situación a la que nosotros nunca nos atreveríamos es intrépido y desconcertante. William, el jefe masai, sabe de lo que habla: las claras cicatrices de la mordedura de un león en su antebrazo hablan por sí solas. Ha defendido su ganado cuatro veces, siempre de noche y siempre en equipo con los guerreros de su tribu.
La forma en que habla con calma de estas situaciones me impresiona, se trata de compromiso, valor y fuerza, incluso cuando el adversario parece mucho más fuerte. 3 horas alrededor de una hoguera y bajo un cielo estrellado africano, historias auténticas y aventuras reales, eso siempre es fascinante.
Después, rumbo a la costa tropical de Kenia: aquí me espera una pequeña joya, discreta, privada y el lugar perfecto para desconectar, pura relajación. Todos los días se sirve marisco fresco y especialidades italianas, y aquí se da gran importancia a una alimentación sana.
En la costa me quedo en una villa maravillosa junto al mar, bien cuidada y gestionada, equipada con camas cómodas, decoración africana de buen gusto, cada rincón amueblado con cariño. Además una piscina infinita, vistas al mar y casi 30 grados, no hay nada mejor que eso. Y lo mejor de todo, sólo había 6 huéspedes (más de 12 no cabrían aquí de todos modos) ¡qué lujo!